viernes, 18 de junio de 2010

Cómo crecer en la espiritualidad

El grupo cabalista es el AJAP del Superior, Maljut, que incorpora muchas almas. Yo soy el inferior, y mi tarea es unir mi punto en el corazón con esas otras almas aunque me parezca que son ajenas. Si anulo mi punto en el corazón con respecto al Superior, se convierte en mi Galgalta ve-Einaim y recibe una forma gracias al Superior. El Superior le da todo para su crecimiento, le da su estructura con todas las almas, todo el mundo del Infinito, toda la vasija del alma común.
Si quieren convertirse en un objeto espiritual (un Partzuf), adhiéranse al Superior, y su AJAP se convertirá para ustedes en el nuevo mundo revelado.  En la medida en que se aferren al AJAP del Superior, más grande será el crecimiento del punto en el corazón, gracias a las partes del AJAP.
Adherirse significa asumir su poder sobre nosotros, como explica Baal HaSulam en su artículo La Libertad. El AJAP del Superior es mi ambiente. Al aferrarme a él recibo lo que necesito, como un embrión en la madre que recibe la sangre, el oxígeno, los nutrientes. Lo hago para que mi punto en el corazón crezca y se convierta en un organismo espiritual.
Este organismo será semejante a lo que recibí del AJAP del Superior, del grupo. Pero será la manifestación de mi punto en el corazón, mi gen espiritual. En otras palabras, será compartido por los dos, el grupo y el punto en el corazón.  Es como el niño que se parece  un poco a su padre y otro poco a su madre, pero su esencia la recibe del Creador.
Me entrego en las manos del Superior;  incorporo mi deseo a él, mi exigencia de convertirme en esa parte en la cual se unen juntas las líneas izquierda y derecha y realizan la acción del otorgamiento. Y en la medida en que lo logre, es decir en la medida en que el semen se anule ante la madre y la obliga a desarrollarlo, hasta ese punto la madre empieza a cuidarle a cambio.

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